Decías que era tu mundo, la chica que siempre habías soñado, que era perfecta para ti, que era la persona que habías esperado, que no podías vivir sin mi, que era especial, que nunca habías conocido a nadie igual, pero, la mentira que más me gusto de todas esas fueron esos te quiero que solías decirme sin sentir.
Porque al parecer en un instante dejaste de sentir, en tan solo un segundo a las palabras se las llevó el viento. Deje de serlo todo en tu mundo, deje de ser importante, solo me convertí en una más del montón, y esa mentira que tanto me gustaba, esos te quiero desaparecieron, la realidad me golpeó en la cara, desperté.
Yo luche por ti, luche por lo nuestro, sabía que no merecías la pena, sabía que tú no eras para mi, siempre lo supe, pero me gustaba pensar en que para nosotros no existía final, prefería imaginar que seriamos felices, siempre sospeché que era mentira, pero no hice caso. Gracias a ti, mi corazón ya no aguanta más fracasos.
Y es que me regalaste muchos recuerdos imborrables, decenas de sonrisas, momentos preciosos, momentos nuestros. Y es que si me sentía así con tan solo estar a tu lado, sin la necesidad de que lo nuestro fuera algo serio, porque yo me conformé con un hoy te quiero, sin pensar en si también me querrías mañana. Si, me hiciste feliz durante un tiempo, fueron los momentos más felices de mi vida, pero no sé si eso compensa todas las lágrimas, lo malos momentos y la amargura que siento al pensar en ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario